El deporte es una de las principales herramientas para el desarrollo de valores y para mejorar la integración social entre los niños y jóvenes. Además, trabaja aspectos como las recompensas del esfuerzo continuo y del entrenamiento a medio y largo plazo.

Y es precisamente sobre los valores que el Proyecto Sach’a, llevado a cabo por la Asociación Deporte, Cultura y Desarrollo, se trata.

La iniciativa, que está a punto de ser implementada en Colombia, Bolivia, Ecuador y Perú, combina la práctica deportiva con la construcción de escuelas y talleres en formación agroforestal. El objetivo es brindar a las comunidades de zonas devastadas de la Amazonía un modo de vida sostenible, circular y perdurable a largo plazo, ofreciendo una nueva dimensión del emprendimiento social.

Desarrollo sostenible

Según el director de Proyectos Deportivos y Cooperación de la ONG Deporte y Desarrollo, Juan José Simón Callejo, en el Proyecto Sach’a, el deporte actúa como herramienta de escolarización, la escolarización como paso previo a la formación y la formación como instrumento indispensable para el desarrollo sostenible.

“El deporte es fundamental en el desarrollo integral de una persona. Ese proceso educativo está asociado a principios basicos del trabajo en equipo y a la formación de valores”, destaca Callejo. El director afirma que Sach’a no quiere solo producir riquezas, sin embargo, busca generar oportunidades a través de la formación profesional y la deportiva.

En este sentido, el proyecto construirá centros donde se alberguen aulas de formación educativa y profesional, invernaderos, centros deportivos, talleres y espacios sociales. Son unidades integrales generadoras de empleo y sostenibilidad que repercuten económicamente en la población.

De esta manera, el Proyecto Sach’a incorpora en su proyecto la práctica del deporte como herramienta de socialización, educación en valores y vida saludable dotando a los centros de instalaciones deportivas, monitores, entrenadores y material deportivo, dando a su vez oportunidad de encontrar jóvenes promesas que puedan formarse profesionalmente en alguna disciplina.

Juan Callejo, director de Deportes de Deporte y Desarrollo

Futuro

Juan José Simón Callejo entiende muy bien los deportes. Además de haber sido durante muchos años futbolista profesional en el fútbol tradicional y también en el Fútbol Sala, también ha trabajado, a lo largo de su carrera, como entrenador e instructor en diferentes instituciones. Y ahora contribuye al Proyecto Sach’a con toda su experiencia en el desarrollo de las personas a través del deporte.

“El Proyecto Sach’a a nivel deportivo destaca principalmente por su amplitud, se busca un modelo en donde todo el mundo tenga un desarrollo pleno, se quiere que todos sean partícipes de este proyecto. Que hay muchas posibilidades de darles a los deportistas con mejores condiciones, por su nivel y talento, la llegada hasta el fútbol profesional”, explica.

Para el director de Deportes de la ONG, el deporte es un elemento diferencial en el Proyecto Sach’a porque lleva consigo un aspecto que no todo el mundo lleva en los proyectos, que es tratar de llevar una economía sostenible, dar una posibilidad de trabajo a comunidades deprimidas.

“Fundamentalmente queremos lograr en estas comunidades desarrollo, que mejoren la calidad de vida de sus habitantes, que tenga un desarrollo sostenible, que tengan más posibilidades de tener un futuro de vida. A través del deporte queremos que se desarrollen desde el punto de vista humano, social y de cohesión en las comunidades que queremos trabajar”.

Sobre Deporte y Desarrollo

La Asociación Deporte, Cultura y Desarrollo es una organización sin ánimo de lucro que actúa, desde 2004, con proyectos en las zonas más deprimidas de países en vías de desarrollo. La ONG trabaja principalmente con niños, jóvenes y colectivos de discapacitados. Su objetivo consiste en llevar a estas zonas un proyecto de creación de centros de formación educativa y deportiva, formación profesional, industria agraria e invernaderos, para mejorar la educación, la formación, el empleo y la economía de la población local.

En 2020, la ONG empezó una nueva etapa de sus 16 años, tras actuar en diferentes países como Brasil, Burkina Faso, Costa de Marfil, Kenia, Palestina, Sáhara, Ecuador, Perú, Etiopía, Chad y Colombia.

Foto: Jannik Skorma