El árbol de la Paulownia, es  originario de Asia, específicamente de los bosques templados de China y de Japón, conocidos por mucho como El árbol de Kiri, es multifuncional  capaz de captar el 50% de las emisiones de gas carbónico, ofrece madera en apenas nueve años, nutre la corteza y da sombra evitando la pérdida de ganado por altas temperaturas.

Existen varias especies pero está particularmente se presenta como el Paulownia Fortunei, como el más apto, con un rápido crecimiento, equilibrado y continuo. Entre sus mágicos beneficios el Árbol de Paulownia ofrece, alta rentabilidad, ahorro en gastos ambientales, mejoramiento de los suelos y una de las más importantes características puede dotar de oxigeno al planeta muchos lo siguieron y lo catalogan como el árbol que puede salvar al mundo.

Estos árboles pueden llegar a alcanzar los veinte metros de altura, sus hojas son de alta carga de nitrógeno, a su vez cuando estas hojas caen al suelo pueden aportar grandes nutrientes a la tierra y de esta manera permiten que crezcan otras plantas.  Por sus grandes características fisiológicas este árbol se puede adaptar a varios tipos de  climas, incluso con temperaturas extremas, la principal característica que lo diferencia del resto es la capacidad de hacer la fotosíntesis, este árbol puede consumir la cantidad más grande de CO2 y producir O2, debido a sus grandes hojas y particularidades metabólicas.

 

Este árbol contiene un aproximado de 22 kilogramos de O2 diario, supera la cifra de cualquier árbol corriente, tiene un rápido crecimiento logrando en dos meses tener la altura promedio de una persona normal. Puede adaptarse a suelos que están maltratados y de poco cultivo y este por sus propiedades de nitrógeno y oxígeno lo puede lograr.

El compromiso con el ambiente es el referente principal en este proyecto, razón por la cual, el proceso de propagación, se ha determinado que la cepa estéril no produce ningún tipo de daño a la biodiversidad, protegiendo de esta manera el ecosistema al cual se adaptará, pues garantiza que no se reproducirá sin tratamiento de laboratorio previo. De esta manera no será una especie invasiva, no desplazará flora nativa y permitirá la repoblación de fauna.