Con 32.900 hectáreas anuales destruidas de bosques y otros ecosistemas de esa zona del planeta, España ocupa el tercer puesto de países de la UE que más importa materias primas agrarias procedentes de la deforestación en los trópicos

España ocupa el tercer puesto de países de la UE que más importa materias primas agrarias procedentes de la deforestación en los trópicos, con 32.900 hectáreas anuales destruidas de bosques y otros ecosistemas de esa zona del planeta, como pastizales y humedales.

Así lo recoge WWF en su informe ‘Incrementando el ritmo: el impacto continuo del consumo de la UE en la naturaleza’, difundido este miércoles y que destaca que la UE es responsable de un 16% de la deforestación tropicalimportada y sus emisiones asociadas, algo sólo superado por China.

El informe se basa en datos e información recopilada por el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (SEI) y a través de la iniciativa de transparencia ‘Trase’, con información del periodo comprendido entre 2005 y 2017, éste como último año con datos disponibles.

Las ocho mayores economías de la UE aglutinan el 80% de la deforestación tropical importada en un ranking liderado por Alemania, por delante de Italia y España. La Comisión Europea se prepara esta primavera para presentar una propuesta de nueva legislación para frenar la deforestación esta primavera.

En 2017, la UE fue el segundo mayor importador de productos procedentes de la deforestación en los trópicos -sólo por detrás de China- y resultó ser responsable de un 16% de la deforestación asociadas al comercio internacional, con un total de 203.000 hectáreas y 116 millones de toneladas de CO2.

Entre 2005 y 2017, la soja, el aceite de palma y la carne de vacuno fueron los productos básicos importados a la UE que mayor deforestación tropical causaron, seguidos por la madera, el cacao y el café. Durante esos años, Alemania, Italia, España, Reino Unido, Países Bajos, Francia, Bélgica y Polonia fueron responsables del 80% de la deforestación generada en la UE a través de la importación y el consumo de productos agrarios vinculados con la destrucción de los ecosistemas.

Otra conclusión clave del informe es que la demanda europea de estos productos también provoca la destrucción de otros ecosistemas no forestales, como pastizales y humedales. El documento establece vínculos claros entre el consumo de la UE, en particular de soja y carne de vacuno, y la conversión de paisajes de pastizales, como los ‘puntos críticos de deforestación’ del Cerrado (Brasil) y el Chaco (Argentina y Paraguay).

NUEVA LEGISLACIÓN

Por ello, WWF pide a la Comisión Europea que utilice ese estudio para presentar una propuesta legislativa “sólida y eficaz” que aborde urgentemente y de manera integral la huella de la UE en los bosques y otros ecosistemas, como pastizales, sabanas y humedales. Esa nueva ley debería evitar la importación al mercado europeo de cualquier producto que haya contribuido a la destrucción de la naturaleza, ya sea ‘legal’ o ilegalmente, o a violaciones de los derechos humanos.

En 2020, cerca de 1,2 millones de personas se unieron a la consulta pública de la UE sobre deforestación a través de la campaña #NoTeComasElBosque (#Together4Forests), liderada por ONG como WWF para exigir una legislación fuerte y ambiciosa que aborde la huella de la UE en los bosques y otros ecosistemas. Esta consulta consiguió la mayor participación pública de la historia de la UE en temas ambientales.

“En todo el mundo, la deforestación y la conversión de ecosistemas están alimentando la crisis climática y de biodiversidad, destruyendo los medios de vida y amenazando nuestra salud. En este momento, la UE es parte del problema, pero con la legislación adecuada podríamos ser parte de la solución”, apunta Enrique Segovia, director de conservación de WWF España.